El Consorcio de ONGs que apoyan a la población refugiada saharaui, aprovecha la conmemoración del Día Mundial de las Personas Refugiadas para recordar la dramática situación en la que sobreviven 173.600 personas en el desierto argelino. Desde hace más de 48 años, esta crisis persiste bajo la indiferencia de la comunidad internacional y el silencio de los medios de comunicación.
La población saharaui, además de padecer durante casi cinco décadas el exilio bajo extremas condiciones climáticas, con temperaturas que superan los 55º en verano y una alarmante disminución de las lluvias en los últimos 5 años, se enfrenta a una escasez de medios básicos para la supervivencia. La inflación derivada de diversos factores como la pandemia Covid-19 o la guerra en Ucrania, ha impactado sobre recursos ya extremadamente limitados para una población que subsiste casi exclusivamente de la ayuda humanitaria.
El acceso al agua, como un derecho fundamental, resulta insuficiente. Las refugiadas saharauis reciben un promedio de 17 litros por persona y día, que deben destinar a consumo, higiene, uso doméstico y ganadería. Más de la mitad de los niños y niñas saharauis menores de 5 años sufren anemia y la tasa de malnutrición se ha incrementado en 3 puntos entre la población infantil en los últimos tres años. El 53% de las mujeres padecen anemia, aumentando esta cifra hasta el 61,3% en las mujeres lactantes1. La canasta básica de alimentos que se distribuye a las personas refugiadas saharauis solamente llega al 75% de la población, siendo además insuficiente en cantidad, variedad y nutrientes, tal y como se alertó en el comunicado lanzado por este Consorcio el pasado mes de Octubre.
Es importante resaltar que las consecuencias de este conflicto prolongado e invisibilizado, recaen sobre la población saharaui, vulnerando sus derechos más básicos y arrojándola a una extrema situación de dependencia humanitaria. Durante los dos últimos años, tras la ruptura del alto el fuego, el número de personas desplazadas que han llegado a los campamentos saharauis asciende a 4.749, dificultando aún más la ya de por sí frágil subsistencia en los asentamientos.
El Consorcio de ONGs denuncia la grave situación de las personas refugiadas saharauis, que se hace cada día más crítica e insostenible. Invita a la movilización de la sociedad civil y de la comunidad internacional, para redoblar esfuerzos que conduzcan a una resolución pacífica del conflicto. Mientras tanto, las ONG seguirán trabajando en terreno por mejorar las condiciones de vida de la población y recuerdan la necesidad de aumentar los fondos destinados a frenar el agravamiento de esta crisis humanitaria.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.